Monday, May 1, 2023

Jezabel

A mediados del siglo IX a de C., el que había sido el reino de David estaba dividido en dos reinos independientes, al norte Israel y al sur Judá. En Israel gobernaba el rey Acab, hijo de Omri, quien luchaba por mantener su reino contra la fuerte presión de sus vecinos, los sirios, y los agresivos asirios.

No estaban de más entonces las alianzas y, una que resultaba conveniente, se estableció con Sidón, casándose el rey Acab con la princesa Jezabel, hija del rey sidonio Itobaal.
Era esta princesa fenicia no solo hermosa sino también de caracter fuerte, activa y audaz, dice Flavio Josefo:

Tomó por esposa a una hija de Itobal, rey de los tirios y sidonios, llamada Jezabel, quien le enseñó a rendir culto a sus dioses. Era una mujer activa y audaz; 
(Flavio Josefo, Antigüedades de los Judíos)

Pero durante todo el tiempo Jezabel ha sido sinónimo de maldad y muchas veces sinónimo de prostituta. ¿Por qué? es interesante saber la razón por la cual esta reina adquirió tan mala fama. Así, nos encontramos con un problema que involucra la religión:

Llegó a tal grado de indecencia y locura que edificó un templo al dios de los tirios, llamado Bel, e hizo plantar en su honor un bosque sagrado con árboles de todas las especies. Y nombró, además, para ese dios, sacerdotes y falsos profetas.

(Flavio Josefo, Antigüedades de los Judíos)

Es decir entonces que el problema comenzó cuando construyó templos y santuarios para su propio dios, Baal, distinto del Yaveh de los israelitas. No hay manera de considerar, honradamente, que su piedad y devoción por su dios sea una indecencia o una locura, salvo claro para un fanático partidario de Yaveh. Pero como los partidarios de Yaveh fueron los que contaron la historia, el juicio y la condena quedaron para siempre.

Hay otros pecados que se le tienen en cuenta, por supuesto, como la matanza de los profetas yavehistas, que causaban grandes molestias internas mientras el reino luchaba contra los enemigos externos. De ahí que Jezabel fuera considerada una mujer extremadamente malvada. Pero, el profeta Elías hizo matar a 450 sacerdotes del culto de Baal, y eso no lo convirtió en un profeta malvado, sino por el contrario, en el más venerado. De nuevo la historia contada por el que ganó.

En cuanto a los pecados de inmoralidad y promiscuidad que se atribuyen a Jezabel, no hay una sola línea en la Biblia que sustente tal afirmación, ninguna. Por el contrario, se desprende del texto que Jezabel no solo fue una esposa fiel sino que también muy devota de sus esposo, llega a matar para darle en el gusto.

He aquí que llegamos a un punto difícil, claro, Jezabel hizo matar a Nabot injustamente, para que su esposo heredara la viña. Pero el rey David, que mató a Urías para quedarse con su esposa, ¿por qué no es calificado de «encarnación del mal»?

Lo de la prostitución es algo que también constituye una injusticia, el problema está en que cuando la Biblia se refiere a la apostasía del pueblo de Israel contra su dios, lo hace usando la palabra prostitución, es decir que el pueblo «se prostituye» con los dioses extraños. Así, cuando Jezabel extiende el culto de Baal hace que el pueblo de Israel de «prostituya», toda una tergiversación.
 

Además, se asocia el maquillaje de Jezabel con las «mujeres pintadas», las prostitutas, debido a que, al final, muertos su hijo y su nieto, se enfrentó a la muerte vestida y arreglada como una reina que era:

Jehú entró en Jezrael. Sabiéndolo Jezabel, se pintó los ojos, se peinó y se asomó a una ventana.
(2 Reyes 9:30)

Todo un trabajo de propaganda, tan bien implementado que convirtió a una reina, por ser enemiga de la religión oficial, en símbolo secular de maldad y perversidad sexual. Algo ridículo, por supuesto, pero que no hay manera de combatir, dada la fuerza que tiene el texto bíblico no solo en sus creyentes sino también en el público en general, debido al enorme peso cultural que tiene la Biblia.

No, Jezabel no fue una «Jezabel» en el sentido que actualmente se le da, por el contrario, fue una esposa, una madre y una reina íntegra, que se mantuvo fiel y leal a su esposo y a su reino, ayudando a defenderlo contra sus enemigos externos, aunque los internos la hayan vencido al final.

La película de 1953 Los pecados de Jezabel, con Paulette Goddard, es más falsa que moneda de plomo, pero la escritora Lesley Hazleton escribió una novela revisionista, Jezabel: La historia jamás contada de la reina ramera de la Biblia, la que debe ser interesante para quien se interese por el tema (y la pueda encontrar), porque reivindica la imagen de la tan maltratada reina.

 

Thursday, February 9, 2023

Maria Magdalena

Giovanni Battista Tiepolo, María Magdalena
María Magdalena es un personaje bíblico, una mujer judía que, según los evangelios viajó con Jesús como seguidora y fue testigo de su muerte, sepultura y resurrección.
Tal vez su nombre le haya sido dado debido a la necesidad de diferenciarla de otras Marías, asignándole una no comprobable procedencia del pueblo de Magdala, a orillas del Mar de Galilea.

El Evangelio de San Lucas da detalles acerca de María, referentes a que había sido librada de siete demonios (o enfermedades, las que se asociaban a espíritus malignos), y dice que formaba parte del grupo que acompañaba a los apóstoles junto con Juana y Susana.

¿Luini? ¿Solano?, María Magdalena




Después de esto, Jesús andaba por todas las ciudades y aldeas, y allí proclamaba y anunciaba las buenas noticias del reino de Dios. Lo acompañaban los doce,
y también algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malignos y de enfermedades: María, a la que llamaban Magdalena, y de la que habían sido expulsados siete demonios;
Juana, la mujer de Chuza, el intendente de Herodes; Susana, y muchas otras que los atendían con sus propios recursos.
(Lucas 8:1-13)

El Evangelio de Marcos también lo dice, pero en un texto agregado en el siglo II, posiblemente tomado de Lucas.


Jean Jacques Henner, María Magdalena
Se cree que María era una mujer con medios económicos, de manera que podía proveer de recursos al grupo. Dado que siempre se la nombra en primer lugar, se cree que María pudo tener, entre las mujeres, el mismo rango que Pedro entre los discípulos.

Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles.
(Lucas 24:10)

En el año 591, el papa Gregorio I predicó una homilía en la qué, sin respaldo alguno, identificó a María Magdalena con la mujer pecadora que puso bálsamo en los pies de Jesús en Lucas 7:36-50 y la calificó de pecadora en el sentido sexual, es decir como una prostituta, aclarando sí que su acto final fue de penitencia.
De ahí en adelante el estigma de mujer de prostituta arrepentida se asoció permanentemente a María Magdalena, en la Iglesia Católica Romana.
Avanzado el tiempo y ya convertida en santa, María Magdalena se convirtió en patrona y protectora de las "mujeres extraviadas".
Las iglesias ortodoxas orientales, por el contrario, siempre han considerado a María Magdalena como una mujer virtuosa de toda la vida y nunca la ha tenido por penitente. María es una de las miróforas (las mujeres que llevaron mirra al sepulcro de Jesús sin saber que había resucitado) y una entre iguales entre los apóstoles.

Frederick Sandys, María Magdalena
Y como pasó el sábado, María Magdalena, y María madre de Jacobo, y Salomé, compraron ungüentos aromáticos, para venir a ungirle.
(Marcos 16:1)

Aun cuando el Vaticano admitió que su antigua enseñanza de María Magdalena como una prostituta arrepentida estaba equivocada y era errónea, en la cultura popular nunca se ha borrado esa imagen, y ha sido retratada como un prostituta en casi todas partes, por ejemplo en La última tentación de Jesucristo de Nikos Kazantzakis y en Jesucristo Superstar de Andrew Lloyd Webber.

En la película María Magdalena (2018) se busca liberar al personaje del estigma de prostituta arrepentida y niega fuertemente la idea de María como esposa de Jesús, entregando en cambio una imagen fuertemente feminista de discípula cercana e inteligente. Pero luchar contra milenios de difamación es casi imposible y al parecer el papa Gregorio le dio a María Magdalena, injustamente, un condena perpetua.

Monday, February 6, 2023

Biblioteca

 

Una biblioteca es, básicamente, el lugar donde se guardan libros. Las bibliotecas existen desde hace 4 mil años, es decir, desde la invención de la escritura y del libro.

Visión artística de la Biblioteca de Alejandría


 

 

 

Pilatos enrolló el pergamino y con un gesto brusco se lo dio a Leví. —Toma —dijo, y después de un silencio añadió—: Veo que eres un hombre letrado y no tienes por qué andar solo, vestido como un mendigo, sin casa. En Cesarea tengo una gran biblioteca, soy muy rico y quiero que trabajes para mí. Tu trabajo sería examinar y guardar los papiros y tendrías suficiente para comer y vestir.
(Mijail Bulgakov, El maestro y Margarita)

 

                                        

  
                         Carl Spitzweg, The Bookworm
 

                                            Rudolf von Alt, Biblioteca del palacio Lanckoroski

El primero, a la derecha, era el pórtico de Octavia, que mandó construir Augusto en honor de su hermana; en el espacio señalado por las columnas corintias estaba depositada la mitad de la producción de los talleres de los escultores Praxiteles y Dionisio, además de algunas de las más finas antigüedades que un coleccionista civilizado hubiese podido robar, incluidas una Venus y un Cupido de Praxiteles. También albergaba los templos de Júpiter y de Juno, y varias escuelas. Este pórtico presumía además de tener una biblioteca pública soberbiamente dotada.
(Lindsey Davis, La carrera del honor)

 


                                                 John Arthur Lomax, En la biblioteca

Conocen el arte de la imprenta, como los chinos, desde tiempo inmemorial; pero sus bibliotecas no son muy grandes. La del rey, considerada como la mayor, no excede de mil volúmenes, colocados en una galería de doce mil pies de longitud, de la cual yo tenía licencia para sacar los libros que deseara.
(Jonathan Swift, Los viajes de Gulliver)

 


 

 

 

—Sin embargo, empezaré hoy, antes de que los monjes sepan que me habéis confiado esta investigación. Además, una de las razones de peso que yo tenía para venir aquí era el gran deseo de conocer vuestra biblioteca, famosa en todas las abadías de la cristiandad.
(Umberto Eco, El nombre de la rosa)

 

 

 

 

Elizabeth Shippen Green, La biblioteca

                                                         Kopilka Vladiola, La biblioteca

 -Usted nos dio mucho que hacer, señor Stendahl. Consta en nuestros registros.Hace veinte años. En la Tierra. Usted y su biblioteca.
-Sí, yo y mi biblioteca. Y unos pocos más como yo. Oh, ya nadie se acordaba de Poe, de Oz y de los otros. Pero yo tenía mi pequeño refugio.
(Ray Bradbury, Crónicas Marcianas)


 

 Era una biblioteca. Altas estanterías de palisandro negro, con adornos de cobre, soportaban en sus largos anaqueles gran número de libros encuadernados en forma uniforme. Seguían el contorno de la sala y terminaban en la parte inferior en amplios divanes, acolchados, de cuero color pardo, que ofrecían las más cómodas curvas para el reposo del cuerpo. Livianos pupitres móviles que podían acercarse o alejarse a voluntad, permitían apoyar en ellos el libro durante la lectura.

(Julio Verne, Veinte mil leguas de viaje submarino)
 
                             
Louis Edouard Mentha                                                                      Doncella leyendo en la biblioteca

  

                                         Harriet Backer, La biblioteca de Thorvald Boeck

Lo más notable del regio edificio era su biblioteca, amplia y cuadrada habitación, en una de las torres rectangulares, situadas en los cuatro ángulos del castillo. Entre un suelo de mosaico y un techo pintado al fresco, alineábanse los estantes, conteniendo unos 900 volúmenes de pergamino manuscrito, que merecían calificarse de compendio de la sabiduría humana.
Este aposento era el favorito del hijo menor del gran Gian Galeazzo, de Filippo María, conde de Pavía.
(Rafael Sabatini, Bellarión)

 

                                                           Paul Brown, Biblioteca

El estadista se hallaba, sentado, en una espaciosa biblioteca que había sido salón de banquetes en el viejo castillo de Ravenswood, como podía deducirse claramente de la insignia heráldica que aún figuraba en el techo artesonado con madera española de castaño, y de vidrieras policromadas, a través de las cuales pasaba una luz deslumbradora que venía a caer sobre las largas estanterías abarrotadas de comentaristas legales y de historiadores monásticos.(Walter Scott, La novia de Lamermoor)
 

 

 

PRÓSPERO.- Por divina voluntad. Llevábamos
algo de comida y un poco de agua dulce
que nos dio por caridad Gonzalo,
un noble de Nápoles encargado del proyecto,
y también ricos trajes, ropa blanca,
telas y efectos varios que nos han
servido mucho. En su bondad, sabiendo
cuánto amaba yo mis libros, me surtió
de volúmenes de mi propia biblioteca
que yo estimaba en más que mi ducado.

(William Shakespeare, La Tempestad) 
 
George Reimer, En la biblioteca

                                                                                           

 

 

Todo mi proyecto; mis treinta mil hombres con sus esposas e hijos, se dedican a la preparación de un Enciclopedia Galáctica. No la terminarán durante su vida. Yo ni siquiera viviré para ver cómo la empiezan. Pero cuando Trántor caiga, estará concluida y habrá ejemplares en todas las bibliotecas importantes de la Galaxia.
(Isaac Asimov, Fundación)

 

Sunday, January 8, 2023

Herodías

Delaroche, Herodías
Herodías (n.c. 15 a.C.) era una princesa idumea (de Edom), era muy joven todavía cuando su abuelo la
obligó a casarse con su tío Herodes II (hay quienes piensan que una mujer casada a la fuerza, a la fuerza tiene que ser feliz).
Pasado el tiempo Herodías se divorció de su marido para casarse con el hermano de este, Herodes Antipas, gran pecado, divorciarse por su cuenta, algo no permitido por la ley judía (hay que recordar que los idumeos habían sido convertidos al judaísmo por la fuerza, por lo que tal vez todavía conservaban muchas de sus costumbres).
 
Herodias [...] casó con Herodes (Filipo), el hijo de Herodes el Grande que éste tuvo con Mariamne, la hija del pontífice Simón. Tuvieron una hija, Salomé; después del nacimiento de ésta, Herodias, que se propuso violar las leyes nacionales, casó con Herodes (Antipas), hermano de su esposo del mismo padre, apartándose del primer marido mientras éste vivía.
(Flavio Josefo, Antigüedades de los Judíos) 
 
 
Fattori, Herodías
  El matrimonio de Herodes Antipas y Herodías tuvo que   
  soportar la machacona reprensión por parte de Juan el   
  Bautista, quién los acusaba de adulterio e incesto. No es de
  extrañar que Herodes hiciera matar a Juan (tal vez alguien 
  puede nombrar a un rey, de cualquier época, que permitiera
  que lo trataran así en público sin sufrir las consecuencias).
 
   Porque Herodes había prendido a Juan, y le había
   encadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías, 
   mujer de Felipe su hermano; 4 porque Juan le decía: No te
   es lícito tenerla. (Mateo 14:3-4)
 
Benjamin-Constant, Herodías
 
Es interesante la ley judía contra el incesto, que condenaba el matrimonio de una mujer con su cuñado (que no era de su sangre) y permitía el matrimonio con su tío (que sí lo era).
La historia de Herodías, su hija Salomé y la cabeza de Juan el Bautista, solo se encuentra en dos de los evangelios, y no hay evidencia histórica del baile de Salomé, muchos estudiosos creen que la historia fue compuesta para mostrar a lo que lleva la impiedad.

Lo último que se sabe de Herodías es que cuando Calígula desterró a Herodes Antipas a la Galia, el emperador le ofreció a Herodías la posibilidad de quedarse en Judea, pero ella prefirió seguir a su esposo al destierro.

Thursday, December 15, 2022

Ajedrez

 


 
 
 
En aquel instante trajeron un juego de ajedrez, y el rey me preguntó por señas si sabía jugar, contestándole yo que sí con la cabeza. Y me acerqué, coloqué las piezas, y me puse a jugar con el rey. Y le di mate dos veces. Y el rey no supo entonces qué pensar, quedándose perplejo, y dijo: «¡Si éste fuera un hijo de Adán, habría superado a todos los vivientes de su siglo!»
(Las mil y una noches 13° Noche)
 
 
 
 
 
 
 
 
Y la joven se levantó, fué a coger de la mano a Scharkán, le hizo sentarse a su lado, y le dijo: «¡Oh príncipe Scharkán! seguramente conoces el juego del ajedrez«. Y él dijo: «Lo conozco; pero ¡por favor! no seas como aquella de quien se queja el poeta:
¡En vano me lamento! ¡Estoy martirizado por el amor! No puedo apagar la sed en su boca dichosa, ni respirar la vida bebiéndola en sus labios.
No es que me desprecie, ni que me falten sus atenciones, ni que olvide el ajedrez para distraerme; pero ¿acaso mi alma tiene sed de distracciones ni de juego?
(Las mil y una noches 49° Noche)
 
 
 
 
 
Cuando el kurdo hubo oído mi respuesta, rompió a llorar y a sollozar, y luego exclamó con la voz entrecortada por las lágrimas: «¡Oh nuestro amo el kadí! este saco que me pertenece es conocido y reconocido, y todo el mundo sabe que es de mi propiedad. ¡Encierra, además, dos ciudades fortificadas y diez torres, dos alambiques de alquimista, cuatro jugadores de ajedrez, una yegua y dos potros, un semental y dos jacas, dos lanzas largas, dos liebres, un mozo experto y dos mediadores, un ciego y dos clarividentes, un cojo y dos paralíticos, un capitán marino, un navío con sus marineros, un sacerdote cristiano y dos diáconos, un patriarca y dos frailes y por último, un kadí y dos testigos dispuestos a dar fe de que este saco es mi saco!»
(Las mil y una noches 376° Noche)
 
 
 
Pero apenas había dado Hassán algunos pasos por aquel primer patio, cuando advirtió sentadas en un banco de mármol a dos jóvenes resplandecientes de belleza que jugaban al ajedrez. Y como estaban muy atentas a su juego, no notaron en el primer momento la entrada de Hassán. Pero, al oír ruido de pasos, la más joven levantó la cabeza y vió al hermoso Hassán, que también sorprendióse al divisarlas. Y se levantó ella, rápidamente, y dijo a su hermana: «¡Mira, hermana mía, qué joven tan hermoso! ¡Debe ser sin duda el último de los infortunados a quienes el mago Bahram trae cada año a la Montaña-de-las-Nubes!
(Las mil y una noches 583° Noche)
 
Le hizo, pues, sentarse al lado suyo, y le dijo: «¡Ya Anís! ¡tengo ganas de distraerme un poco! ¡Sabes jugar al ajedrez?» Dijo él: «¡Sí, por cierto!» Y ella hizo señas a una de las jóvenes, quien al punto les llevó un tablero de ébano y marfil con cantoneras de oro, y los peones del ajedrez eran rojos y blancos y estaban tallados en rubíes los peones rojos y tallados en cristal de roca los peones blancos. Y le preguntó ella: «¿Quieres los rojos o los blancos?» El contestó: «¡Por Alah, ¡oh mi señora! que he de coger los blancos, porque los rojos tienen el color de las gacelas, y por esa semejanza y por muchas otras más, se amoldan a ti perfectamente!» Ella dijo: «¡Puede ser!» Y se puso a arreglar los peones.

(Las mil y una noches 655° Noche)
 

 
 
«Has de saber, pues, ¡oh Emir de los Creyentes! que un día en que había jugado al ajedrez con tu padre el Emir de los Creyentes Harún Al-Raschid, perdí la partida. Y tu padre me impuso la sentencia de dar la vuelta al palacio y a los jardines, toda desnuda, a media noche. Y a pesar de mis ruegos y súplicas, puso una insistencia singular en hacerme pagar aquella apuesta, sin querer aceptar otra sentencia. Y me vi obligada a desnudarme y a cumplir la sentencia a que me condenaba. Y cuando terminé, estaba loca de rabia y medio muerta de cansancio y frío.
(Las mil y una noches 994° Noche)