Tuesday, March 15, 2022

Amy


Las pocas semanas se convirtieron en seis meses. La mujer del recluso dio a luz a una hermosa niña que bautizaron en la iglesia de San Jorge imponiéndole el nombre de Amy. El car­celero actuó como padrino de la niña y juró ocuparse del bienes­tar de su ahijada.

. . . .

El rostro de la pequeña Dorrit no era fácil de observar. Mostraba siempre una expresión retraída y cuando se cruzaba con alguien en la escalera se apartaba asustada. No podía de­cirse que fuera hermosa, si se exceptúan sus ojos dulces de color de la miel.

(Charles Dickens, La pequeña Dorrit)



No comments:

Post a Comment