Wednesday, August 26, 2020

Krakatoa

Map_krakatauKrakatoa, o Krakatau, es una isla volcánica situada en el Estrecho de Sonda entre las islas de Java y Sumatra. El nombre es usado también para denominar el grupo de islas que comprenden los remanentes de la erupción cataclísmica de 1883.
El 20 de mayo de 1883 una columna de vapor comenzó a surgir en el cono norte de la isla, para luego convertirse en una columna de cenizas de 6.000 metros de altitud.
Este sería el comienzo de una actividad creciente que culminaría el 27 de agosto, cuando en una erupción explosiva, desaparecieron dos tercios de la isla. La explosión se escuchó a 4.800 km de distancia. Se cree que la explosión, la nube piroclástica y los tsunamis causados mataron entre 50 mil y 100 mil personas.
La erupción del volcán Krakatoa ha servido de motivo e inspiración para un cierto número de novelas y películas.

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Krakatoa, al Este de Java (1968) es una película dirigida por Joseph Kane, con la actuación de Maximilian Schell, Diane Baker, Brian Keith y Barbara Werle.

El capitán Hanson, del "Batavia Queen" organiza una expedición que tiene por objeto rescatar una carga de valiosas perlas desde un barco naufragado cerca de la isla de Krakatoa. La expedición coincide con la erupción del volcán y el barco debe enfrentarse al tsunami provocado por la explosión.




Rumbo a Java (1953) es una película dirigida por Joseph Kane, con la actuación de Fred MacMurray, Vera Ralston y Robert Douglas.
Un aventurero norteamericano busca un barco hundido en que hay 10.000 diamantes. No es el único en buscar el tesoro, y además el volcán Krakatoa está cerca de explotar en la terrible erupción de 1883.
Un aventurero norteamericano busca un barco hundido en que hay 10.000 diamantes. No es el único en buscar el tesoro, y además el volcán Krakatoa está cerca de explotar en la terrible erupción de 1883.


Litografía de 1888
Volamos hasta que estuvimos a una milla sobre Java cuando con impresionante rapidez, la isla de Krakatoa, en una serie de siete explosiones, voló por los aires tan lejos como pudimos ver. Nuestra plataforma volante se balanceó hacia adelante y hacia atrás en un ángulo de treinta o cuarenta grados. Los que estaban cerca de la balaustrada se aferraron a ella por sus vidas. Los pocos que estaban en el centro saltaron como panqueques en una sartén. Estábamos a unas veintisiete millas de de la isla cuando sucedió, lo que resultó ser una distancia suficientemente segura. Si hubiéramos estado más cerca la plataforma habría sido lanzada hacia el estrecho de Sonda. No podíamos ver lo que quedaba de Krakatoa porque estaba envuelta por una enorme, tremendamente alta y negra nube de piedra pómez, cenizas, lava y escombros con los que irían mezclados, así lo suponía, unos mil millones de dólares en diamantes. Tuvimos suerte en que la explosión fuera seguida por una fuerte corriente de aire, producida de la misma manera que se forman las ondas en la superficie de un lago cuando se arroja una piedra. Fuimos rápidamente lanzados lejos de la escena de la erupción.
(William Péne du Bois, Los veintiún globos)

Ilustración de 1883
En este punto de la conversación, Nigel fue sorprendido por lo que para él era una sensación completamente nueva, es  decir, un temblor que sacudió la caverna, acompañada de un ruido que parecía provenir de cavernas más profundas. Miró rapidamente a su anfitrión y al negro, pero para su sorpresa estos hombres no parecían dar importancia al temblor, aunque este había causado el movimiento de algunos muebles. Al darse cuenta de su sorpresa, Moisés comentó con una sonrisa displicente, 'a la montaña le dieron tiritones ahora'.
"Estamos acostumbrados a esto", dijo el anfitrión, viendo que Nigel esperaba de él una explicación. "No tengo dudas de que ustedes están concientes de que esta región es famosa por sus volcanes y terremotos, de manera que los habitantes no prestan demasiada atención a menos que ocurra algo inusitadamente violento. Esta isla de Krakatoa es en sí misma parte de un volcán extinto; aunque el término 'extinto' es muy aplicable a los volcanes, puesto que es sabido que muchos supuestamente extintos a lo largo de muchos siglos, han despertado súbita y violentamente. Un término más adecuado sería 'inactivo'.
(R.M. Ballantyne, Volar en pedazos o el hombre solitario de Rakata)


La erupción de agosto de 1883 no fue del todo inesperada, aunque pareció serlo. Krakatoa había tenido erupciones violentas desde mayo de 1680 a noviembre de 1681, pero luego durmió durante dos siglos. El volcán volvió a la vida el 20 de mayo de 1883 con una serie de erupciones moderadas. Los habitantes estaban concientes de ello pero no se mostrarn particularmente alarmados. Más aun, la isla se convirtió en breve en una atracción turística. Un vapor, llevando un grupo de excursionistas desde Batavia (actualmente Jakarta) "llegaron al volcán el domingo 27 de mayo en la mañana, después de lo cual observaron, durante la noche, una serie de explosiones de mediana intensidad acompañada por temblores". Esos visitantes pueden haber sido alocados, pero algunos fueron buenos observadores y más tarde pudieron dar datos de importancia, como el tamaño estimado del crater, la frecuencia de las explosiones y la altura de la columna de vapor. Uno de ellos tomó una fotografía del volcán durante una explosión; otro recogió una muestra de piedra pomez. Las erupciones continuaron durante junio y julio, pero, en las palabras del informe de la Royal Society de 1888, "en una región donde los terremotos y las erupciones volcánicas son tan frecuentes, esta erupción del Krakatoa durante los meses de verano de 1883 . . . pronto cesaron de ejercer una atracción en particular".
(Monique R. Morgan, La erupción del Krakatoa en 1883)

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