Alexei Harlomoff, Florista |
Nikolai Pimonenko, Florista |
Era bella, muy bella. Revisó este juicio a fondo, dándose cuenta, al hacerlo, de que probablemente era el único hombre de la terraza del café capaz de un pensamiento así. Porque la belleza de la florista ciega era completamente distinta de la de todas las mujeres que había conocido.
(Frank Yerby, La risa del diablo)
William Powell Frith, Florista |
Me habían repetido que las clases bajas no tienen moral: la inconducta de una lencera o de una florista me parecía tan natural que ni siquiera me escandalizaba; sentía simpatía por esas muchachas sin fortuna que los novelistas dotaban a menudo de las cualidades más conmovedoras.
(Simone de Beauvoir, Memorias de una joven formal)
Haynes King, Florista |
La florista.—(Con voz temblorosa.) Pues mire usté: yo querría entrar de vendedora en una tienda elegante de flores. Me han dicho que mi tipo no les disgustaba, pero que mi manera de hablar no era bastante fina. Como el señor se dedica a enseñar a hablar, he venido a ver si nos entendíamos.
(George Bernard Shaw, Pigmalión)
Hans Satzka, Florista |
Moll Pratt, arropada en su chal y con sus flores sobre la acera, le deseó todo lo mejor al buen muchacho (seguro que era el Príncipe de Gales) y hubiera lanzado al aire el precio de una jarra de cerveza -un ramo de rosas- en medio de St. James's Street, de tan alborozada que se sentía.
(Virginia Woolf, La Señora Dalloway)
Louis-Marie de Schryver, Florista |
Al pie del coche, y entre los caballos y los postillones, una jovencita del pueblo ofrecía flores a los viajeros.
-Flores para vuestras damas, señores -gritaba.
Marius se acercó a la joven y le compró las flores más hermosas que llevaba en la cesta.
(Victor Hugo, Los miserables)
Victor Gabriel Gilbert, Florista |
Lo recuerdo todo, hasta en sus menores detalles. Después, delante de la gente conocida que circulaba a esa hora, se fue conmigo; me llevó a la tienda de flores en la calle Ahumada, y me regaló un ramo de rosas blancas, tan lindas como no he vuelto a verlas nunca.
(Joaquín Edwards Bello, La chica del Crillón)
Qué oficio más bonito. Las floristas, cómo nos traslada a épocas no tan lejanas.
ReplyDeleteUn abrazo
Sí, ya no se encuentran floristas en las calles, ¿la gente ya no compra flores?
DeleteBonita profesión, bonita colección de pinturas y bonito extracto de escritores.
ReplyDeleteYo creo que las flores adornan el mundo (mi padre decía que una casa sin flores era un lugar muy triste...)
DeleteEstas flores sí que hace tiempo que no se ven en las calles. Yo no las he conocido....
ReplyDeleteAquí no las venden en las calles, pero sí hay floristerías. Las flores llegan de desde más de 2.500 kilómetros...
DeleteNo las venden en la calle, pero están en algunos jardines.
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